Mantener la movilidad y la funcionalidad es primordial para el bienestar y la independencia de los adultos mayores. Esta publicación profundiza en estrategias basadas en evidencia que pueden emplearse para apoyar a las personas mayores en la búsqueda de un envejecimiento activo.

1. Actividad física regular: Hacer ejercicio con regularidad es una de las herramientas más poderosas para preservar la movilidad. Actividades como caminar, nadar y hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto no solo mejoran la salud cardiovascular, sino que también favorecen la salud de las articulaciones y la fuerza muscular.1 Es crucial adaptar los programas de ejercicio a las capacidades y preferencias individuales, por esto debes siempre asesorarte en un profesional en rehabilitación física.

2. Entrenamiento de fuerza y resistencia: Preservar la masa y la fuerza muscular es fundamental para mantener la funcionalidad. La incorporación de ejercicios de entrenamiento de resistencia, utilizando bandas o pesas, puede ayudar a contrarrestar la pérdida muscular relacionada con la edad.2 Un profesional calificado en el área puede brindar orientación sobre la forma e intensidad adecuadas.

3. Ejercicios de flexibilidad y movilidad: Las actividades que se centran en la flexibilidad y la movilidad son vitales para prevenir la rigidez y mantener el rango de movimiento. Los estiramientos suaves y las actividades como yoga o Pilates pueden mejorar la movilidad y alineación corporal.3

4. Dispositivos de asistencia y modificaciones en el hogar: Adaptaciones simples en el entorno del hogar, como barras de apoyo, superficies antideslizantes y asientos de inodoro elevados, pueden marcar una diferencia significativa en la promoción de la independencia y la seguridad de los adultos mayores.4 Además, utilizar ayudas para la movilidad como bastones o andadores cuando sea necesario puede brindar apoyo adicional.

5. Ejercicios de equilibrio y coordinación: El entrenamiento del equilibrio es crucial para prevenir caídas que pueden tener graves consecuencias para los adultos mayores. La incorporación de ejercicios que desafíen el equilibrio, como pararse sobre una pierna o usar una tabla de equilibrio, puede mejorar la estabilidad.5

6. Chequeos de salud periódicos: Los chequeos médicos periódicos son fundamentales para detectar y gestionar problemas de salud que pueden afectar a la movilidad, como artritis, osteoporosis o afecciones cardiovasculares. La intervención temprana y los planes de tratamiento adecuados pueden ayudar a mitigar sus efectos sobre la funcionalidad.6

Ahora sabes que mantener la movilidad y la funcionalidad en los adultos mayores requiere un enfoque proactivo e integral. Al incorporar actividad física regular, entrenamiento de fuerza, ejercicios de flexibilidad, garantizar un ambiente seguro y buscar atención médica regular, podemos ayudar a los adultos mayores a llevar una vida activa, independiente y plena. No olvides hacer consultas periódicas con tu médico y tu especialista en rehabilitación fisca.

1. Nelson ME, et al. (2007). Actividad física y salud pública en adultos mayores: recomendación del Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva y la Asociación Estadounidense del Corazón.
   

2. Westcott WL. (2012). El entrenamiento de resistencia es medicina: efectos del entrenamiento de fuerza en la salud.
   

3. Garfinkel S, et al. (1992). Evaluación de un régimen basado en yoga para el tratamiento de la osteoartritis de las manos.
   

4. Tinetti ME, et al. (1994). Efecto de una intervención de enfermería en la reanudación
   

5. Howe TE, et al. (2011). Ejercicio para mejorar el equilibrio en personas mayores.
   

6. Ormel J, et al. (2002). Discapacidad y salud física entre las personas mayores: hallazgos transversales y longitudinales del estudio holandés de envejecimiento longitudinal.

Newsletter

Únete a nuestra